Denuncian al subsecretario de Conciliación por corrupción y abuso de poder
Mario Mireles Salas, subsecretario de Conciliación de la Secretaría del Trabajo, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán por presuntas irregularidades y abusos en su gestión. Según múltiples testimonios, Mireles Salas ha estado involucrado en negocios turbios relacionados con los juicios de los trabajadores, utilizando su posición para extorsionar y presionar a quienes buscan justicia laboral.
Trabajadores y empleados han expresado su hartazgo ante la prepotencia del funcionario, quien, según afirman, exige pagos indebidos bajo la amenaza de frenar sus casos si no se cumple con sus demandas. Además, aseguran que Mireles Salas tiene una carpeta de investigación en la fiscalía por peculado y delitos electorales, lo que agrava aún más su ya deteriorada imagen pública.
Las denuncias no terminan ahí. Se acusa a Mireles Salas de valerse de Ludivina Fortuna Muñoz y Sonia Patricia Gutiérrez Reyes para realizar sus actos corruptos. Estas mujeres, presuntamente sus amantes, son señaladas como las encargadas de extorsionar directamente a los trabajadores, reteniendo los juicios en caso de no recibir el pago exigido. La protección que reciben por parte de Mireles Salas facilita, según las denuncias, la continuidad de estas prácticas corruptas.
A las graves acusaciones de corrupción se suma el señalamiento de acoso laboral dentro de las oficinas de la Secretaría del Trabajo. Testimonios apuntan a un ambiente laboral hostil y dominado por el miedo, provocado por las acciones del subsecretario.
Finalmente, se menciona la participación de Mario Mireles Salas en la campaña del candidato a gobernador César «Truko» Verastegui, quien ganó la candidatura por el Partido Revolucionario Institucional en el municipio de Llera. La implicación del funcionario en actividades políticas agrega otra capa de controversia a su ya polémica carrera.
La comunidad laboral y diversos sectores sociales exigen una investigación exhaustiva y castigo ejemplar para quienes resulten responsables, en un intento por limpiar las instituciones de prácticas corruptas y devolver la confianza a los trabajadores.